Inteligencia artificial en la educación: ChatGPT y las implicancias de su uso

De qué forma afecta ChatGPT (IA) a los estudiantes y qué cambios conlleva su uso a corto y largo plazo.

Hoy en día, la Inteligencia Artificial (IA) posee una amplia gama de aplicaciones en diversos campos, incluyendo la medicina, la industria, la atención al cliente, la robótica, entre otros. Su impacto en la sociedad es cada vez más significativo, ya que está transformando la forma en que trabajamos, vivimos, nos comunicamos e, incluso, en cómo nos educamos. Por lo mismo es que su existencia no ha estado exenta de debates, principalmente en torno a su uso y a las implicancias que este conlleva a corto y a largo plazo, principalmente en el entorno educativo.

La inteligencia artificial ofrece oportunidades de aprendizaje más personalizadas, eficientes y accesibles, las cuales suponen grandes y beneficiosos cambios a futuro, pero también plantea desafíos éticos que deben abordarse para garantizar un uso adecuado y óptimo en el ámbito educativo. Es por esto que la presente investigación tuvo como propósito analizar detenidamente cómo la presencia y utilización de la IA impacta a los estudiantes, explorando tanto los cambios inmediatos como las potenciales consecuencias a largo plazo en la experiencia educativa y en el desarrollo académico.

En este contexto, se explorarán las transformaciones graduales que podrían surgir en la experiencia educativa, considerando la adaptabilidad de los estudiantes a un entorno cada vez más influenciado por la inteligencia artificial. Con ello, se busca no solo comprender los cambios inmediatos que acompañan a la introducción de ChatGPT en el ámbito educativo, sino también anticipar y reflexionar sobre las posibles ramificaciones a largo plazo en la formación y desarrollo de los estudiantes.

Primeramente, se vuelve imperioso definir y conocer un poco más al sujeto de investigación, es decir, a ChatGPT. La Universidad de Chile define este sistema como un modelo que utiliza algoritmos avanzados de procesamiento de lenguaje natural para generar respuestas a preguntas y comentarios de los usuarios en tiempo real. En otras palabras, se trata de un modelo de inteligencia artificial que puede interactuar con los usuarios a través de mensajes de texto. Esta herramienta dispone de más de 175 millones de parámetros y, para lograr este hito, ha sido meticulosamente entrenada para realizar adecuadamente una inmensa diversidad de tareas. De esta forma, cuantas más preguntas reciba, más información se añada y más correcciones se introduzcan en su sistema, los algoritmos de ChatGPT cumplirán de forma más acertada su misión. Sin duda, un avance tecnológico sin precedentes.

Samuel H. Altman, considerado el “padre” de ChatGPT

Rodrigo Frez, ex estudiante de la carrera de Ingeniería Civil Electrónica y actualmente alumno de Periodismo en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, indica que ChatGPT cuenta con dos funciones: la de “Chat” y la de “GPT”, valga la redundancia. Esto significa que, a grandes rasgos, la primera función se caracteriza por seguir un modelo de pregunta y respuesta, tal y como si fuera una conversación con cualquier persona. Por otro lado, la segunda función, acrónimo de Generative Pre-Trained Transformer (GPT), es el fondo de toda información, donde la IA se desempeña con cierto grado de aleatoriedad y probabilidad, para parecer que “crea” textos. En otras palabras, modelos como el de ChatGPT buscan nada más y nada menos que replicar el sistema de lenguaje que usamos las personas para comunicarnos.

Este funcionamiento ha demostrado ser extremadamente asertivo. Su gran nivel de coherencia sorprende día a día a cientos de miles de usuarios con conversaciones creíbles y respuestas sumamente acertadas, acompañadas de una inmediatez inigualable, la cual permite una interacción sencilla y enormemente eficaz. De este modo, estos aspectos positivos han llevado a ChatGPT a convertirse en una de las IA más utilizadas durante los últimos años, y tras consolidarse como herramienta lingüística, la población estudiantil se convirtió en su público estrella. Es así que, desde su auge en el año 2021, la presencia de distintos sistemas de IA ha revolucionado la tecnología para los estudiantes, alterando el entorno educativo por completo, pero, ¿cuáles son las implicancias de esta brusca transformación en la forma de aprender de los alumnos?

Este sistema ofrece a los estudiantes una herramienta novedosa de inmediatez frente a preguntas, tareas, o pruebas que son requeridas, brindando apoyo en la comprensión de los conceptos. Asimismo, el fácil acceso a información en tiempo real ha aumentado la eficiencia en la resolución de problemas y la adquisición de conocimientos. No obstante, en torno a estos aspectos, es posible identificar una serie de consecuencias a corto plazo, las cuales amenazan seriamente las dinámicas de aprendizaje.

La transición de métodos de estudio tradicionales a la interacción con una inteligencia artificial ha requerido de un aprendizaje prácticamente obligado, puesto que, en algunos casos, los mismos profesores han solicitado la utilización de esta herramienta en sus clases. Sin embargo, su constante uso ha denotado el peligro a desarrollar una dependencia ante respuestas automatizadas por parte de los alumnos, lo cual plantea interrogantes sobre la profundidad y calidad del aprendizaje mismo.

Conversación con ChatGPT, el servicio es instantáneo y cordial

Asimismo, en el ámbito evaluativo, la presencia de ChatGPT es propensa a generar debates sobre la equidad y la autenticidad de los trabajos académicos. La capacidad de generar respuestas de manera rápida y precisa plantea la interrogante de si los estudiantes están realmente demostrando su conocimiento o simplemente reproduciendo información proporcionada por la inteligencia artificial.

En torno a esto, Pedro Santander, licenciado en comunicación social y profesor de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, indicó la dificultad de discernir entre una respuesta creada por IA y una construida por la inteligencia humana, esto debido a que hoy en día la inteligencia generativa, la cual parece ser la nueva gran innovación tecnológica, está superando los motores de búsquedas tradicionales, como Google o Yahoo. Y es que estas herramientas no solo son motores de búsqueda, sino que logran generar discursos. “Como profesor, se está constantemente dudando de si aquello que entregó el alumno fue hecho por la máquina (IA) o por el estudiante. La acción remedial que estamos aplicando en frente a esto es volver a la oralidad, cara a cara” (Santander, 2023).

Del mismo modo, se plantea otra amenaza: el reemplazo de prácticas fundamentales en el proceso educativo, como por ejemplo, la escritura a mano, cuyo beneficio en el proceso de aprendizaje se encuentra más que comprobado. Una de las mejores maneras que tiene el cerebro de aprender cierta información es observando cómo se desliza el lápiz en el papel, manejado a su vez por la mano, estimulando, de esta forma, la vista y el tacto. Durante esta simple acción, ocurren diversos procesos cognitivos, los cuales no ocurren cuando se utiliza un teléfono celular, un tablet o una computadora para tomar apuntes (Santander, 2023).

Estos son algunos ejemplos de consecuencias a corto plazo del uso de inteligencias artificiales generativas en el proceso educativo, no obstante, existen ciertas implicancias a largo plazo, las cuales se plantean aún más dañinas y perjudiciales para los estudiantes en torno al curso de su aprendizaje. En primer lugar, un aspecto crucial a considerar es la incidencia del uso de la IA en las interacciones humanas. La introducción de estos sistemas como un recurso para obtener información podría afectar, a largo plazo, el intercambio entre alumno-profesor, ya que los estudiantes comienzan a depender menos de la orientación humana.

Asimismo, uno de los impactos más notables podría ser la redefinición de las habilidades consideradas fundamentales para el éxito académico y profesional. El uso de inteligencia artificial podría desencadenar una transformación en la forma en que se estructuran los planes de estudio y se evalúa el progreso estudiantil, pero es difícil concretar si este cambio sería algo positivo o más bien negativo, pues, por un lado, el uso de este tipo de sistemas permite que los alumnos ahorren tiempo y se desarrollen más eficientemente, pero por el otro, afecta severamente su capacidad de análisis y de creación, tanto oral como escrita.

Es por esto que, si bien la inteligencia artificial significa un gran avance tecnológico y supone diversos beneficios para el área educativa en cuestión, es evidente que muchas personas, especialmente profesores, adoptarán una actitud reacia frente al abanico de posibilidades que esta otorga. No obstante, es necesario tomar en cuenta que ChatGPT es, actualmente, sumamente accesible para todo aquel que posea acceso a internet, de modo de que se vuelve una herramienta eficaz y fácilmente abordable, la cual debiese ser correctamente aprovechada. “El descontrol que existe hoy en torno el uso de ChatGPT en la educación no tiene como solución la prohibición, se debe tomar la iniciativa de utilizarlo como herramienta para ayudar al proceso educativo.” (Frez, 2023).

En conclusión, el llamado es a aprovechar los beneficios que conlleva el uso de la IA en el proceso de enseñanza y aprendizaje, pero siempre actuando responsablemente y teniendo en cuenta ciertos valores morales. Es necesario comprender que, si bien estos sistemas ofrecen ventajas en términos de eficiencia y acceso a la información, también plantean complejos desafíos en la dependencia que los seres humanos generan con la tecnología, los cuales deben ser abordados proactivamente para garantizar que la evolución de la IA en el proceso educativo sea equitativa, ética y capaz de nutrir correcta e integralmente a los estudiantes para enfrentar los desafíos futuros.

Bibliografía:

Fuentes vivas consultadas mediante entrevista presencial:

  • Pedro Santander, licenciado en comunicación social y profesor de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.

  • Rodrigo Frez, ex estudiante de la carrera de Ingeniería Civil Electrónica y actualmente alumno de Periodismo en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.

Integrantes:

  • Constanza Aburto
  • Melisa Lobos
  • Ryan San Martín
  • Constanza Troncoso
  • Sofía Vargas

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